Por: Celina Hernandez – Rosario.com – chernandez@rosario.com
Leire demostró con creces que es actriz además de cantante. Su calidad interpretativa y presencia escénica es indiscutible. Se mueve en el escenario como un pez en el agua. Seduce a sus compañeros y al público. Modula cada palabra de las historias que va narrando, llenándolas de matices, logrando acaparar la atención del público aún en canciones con perfil más bajo, esas que no llegan a ser hits comerciales y sólo conocen los fanáticos. Cuando en ciertos recitales esas melodías se tornan aburridas para el público que compra su entrada porque conoce dos o tres canciones y le gustan, aquí pasó lo contrario. De hecho hay que destacar que el orden en que se fueron desarrollando los temas fue un acierto: no hicieron esperar al público hasta el final para cantarle los más populares, dieron el batacazo de entrada con "Rosas", sin lugar a dudas el tema que los lanzó a la fama en nuestro país, y durante el show fueron mezclando las melodías del nuevo disco "Primera Fila" con un repaso por toda su discografía.
El recital dejó varios momentos memorables que los fanáticos grabaron con sus celulares y tablets para luego compartir en las redes sociales, sin embargo dejaron de lado la tecnología cerca del final cuando comenzaron a saltar eufóricos al lado del escenario soltando globos, cometas de cartulina y papeles de colores al ritmo de los últimos temas del show, los más potentes del grupo. El club de fans llevó también una bandera y un paraguas que le alcanzaron a Leire y ella, carismática y pícara, se animó a usarlos en escena.
Un recital con mucho feedback y ese acento español que deja a todos extasiados.